La náutica despega en los 70

Después de la dictadura, la náutica se contagia del de las ansias de libertad que vive el país, siendo las embarcaciones a vela las que mejor responden a esa inquietud. La vuelta al mundo en solitario de Julio Villar, a bordo de un Mistral de pequeña eslora, abre la puerta de los sueños. Los primeros grandes logros deportivos internacionales atraen el interés de la náutica.

En 1978 Juan Antonio Samaranchpasa el testigo de la presidencia del salón a Jacinto Ballester, que desde 1975 inicia su vocación internacional, ampliando su oferta al sector del camping y caravaning, renovando su denominación a Salón Náutico Internacional y del Deporte.

El interés de astilleros y marcas para mostrar sus productos al público sigue creciendo. En 1976 los 614 expositores triplicanlos de la edición de 1970, y empieza la tradición de hacer sonar las bocinas para clausurarel salón,

La náutica de recreo crece exponencialmente, y en 1978 la flota española alcanza las 45.000embarcaciones, casi el doble que tres años antes.

Las esloras menores de 4 metros dejan de pagar impuesto de matriculaciónen 1977.

La crisis del petróleoacelera la evolución de los motores diésel, apareciendo también los primeros propulsores con transmisión saildrive para veleros.

• La Operación Optimistva viento en popa, y en 1972 Tomás Estela se proclama Campeón del Mundoindividual y España por equipos.
• Antonio Gorostegui y Pedro Luis Milletse cuelgan la medalla de plata en los Juegos de 1976, navegados en Kingston (Canadá), y comienza el éxito de nuestra vela olímpica.
• Crece la eslora de los veleros, y los populares Coronado (Playvisa) y Geisha (Sumplast)van dejando paso a esloras mayores como el Tornado o el Dufour 31, mientras los veleros Puma (Inerga) dominan las ventas en la década de los 70.
• Se exhiben grandes veleros importadoscomo el Swan 48, mientras que Belliure inicia la exportaciónde sus modelos Endurancegracias a su reconocida calidad.